12/9/2024

Rebranding

¿Qué es una marca? Es mucho más que un logo o un nombre, es la esencia de cómo los clientes perciben a una empresa. En numerosas ocasiones, llega un momento en la vida de las compañías en las que su identidad ya no refleja quiénes son o hacia dónde se dirigen. Aquí entra en acción el conocido rebranding.

 

¿Qué es el rebranding?

Consiste en rediseñar o renovar la identidad de una marca ya existente. Esto puede involucrar diversos aspectos como nombre, logotipo, eslogan, tono e inclusión misión y visión. Es una transformación para alinear mejor la marca con la evolución de la empresa o hacia donde quiere dirigirse.

 

¿Por qué se hace?

Tenemos diversos motivos que pueden llevar a una empresa a decidir hacerlo:

1. Cambio en la estrategia: puede ayudar a reflejar la nueva dirección de la compañía.

2. Crisis de imagen: si ha pasado por una crisis importante, esto puede ayudar a limpiar la imagen y volver a lograr la confianza de los clientes.

3. Diferenciación: cuando el mercado se ha saturado, puede ayudar a diferenciarse frente a la competencia.

4. Actualización de imagen: las expectativas de los consumidores cambian con el tiempo, y una marca anticuada puede llegar a perder relevancia. Esto puede modernizar a una empresa.

5. Fusiones o adquisiciones: para unificar identidades.

 

¿Cómo se hace un rebranding?

Exige una planificación minuciosa, siguiendo ciertos pasos clave:

1. Investigación y análisis: entender el por qué se quiere hacer un rebranding de la marca.

2. Definir objetivos: ¿qué se quiere conseguir? Atraer nuevo público, cambiar la percepción de la marca, etc…

3. Redefinición de la identidad: con ayuda de diseñadores, expertos, etc…

4. Plan de comunicación: un rebranding de éxito requiere una estrategia de comunicación sólida. Se debe preparar tanto a empleados como a clientes. Por ello, habrá que anunciarlo con antelación, junto con los motivos.

5. Implementación gradual: para que no suponga un shock. Es mejor empezar por cambios internos, luego en la publicidad y después en los puntos de contacto con clientes.

6. Evaluación y ajuste: monitorear la respuesta y ajustar según sea necesario. El rebranding no termina en el lanzamiento, es un proceso de ajustes continuo.

 

En conclusión, el rebranding es una herramienta muy poderosa pero que debe manejarse con cuidado. Con un buen uso puede renovar una empresa, atraer nuevos clientes, etc… Sin embargo, un mal uso puede erradicar en la pérdida de confianza de clientes. Por ello, es crucial elaborar una estrategia y cumplir con cada paso.

En 2023, en Grupo Qaracter iniciamos un proceso de rebranding. ¿Lo seguiste? ¿Qué te pareció?

Claudia Vera

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